En una de mis primeras conversaciones con una (la) psicóloga me preguntó: ¿en qué quisieras que trabajemos? Le respondí que en mi proyección laboral, la relación con mi mamá y mi vida amorosa.
“¿Qué es lo que te preocupa respecto a esto último?” Le conté que mi preocupación era la de no haber tenido una relación formal en 23 años (ya son 24) y que no sabía si ella podría ayudarme a saber si había algo en lo que yo me estaba equivocando, quizás tenía algún trauma o un alto nivel de exigencias. “¿Cuáles son tus expectativas?”, me preguntó. Le empecé a contar todo lo que estaba en mi lista imaginaria. Mientras le iba contando asentía como si lo que yo pedía era razonable.
Finalmente sonrío y me dijo que estaba joven, y que más que enfocarme en una lista de cómo mi futura pareja debía de ser, era mejor si el contenido de esta tratara sobre cómo quisiera sentirme en una relación romántica. Como buena alumna, me puse en seguida a trabajar en ella. Escribí en una hoja en blanco, con marcadores de colores, diferentes sensaciones que, por no darle la receta a alguien que pudiera leer este post, las voy a obviar aquí.
Este ejercicio, esta nueva lista, ha sido una de mis brújulas en el último año para evitar cometer errores más grandes. Gracias Mariana. Les recomiendo a todas las mujeres solteras hacer lo mismo.
Pues, con mis brújulas (la lista, Dios, mi familia y amigos), he seguido caminando, tratando de estar receptiva a alguna señal de: “este es” o, en todo caso, “podría ser”, y nada. Lo interesante es que con cada paso, con cada intento, viene un nuevo aprendizaje y una claridad en lo que quiero, que me resulta increíble poder seguir creciendo con la misma “pendiente” en conocimiento interno.
Dentro de este último tiempo he descubierto algo, gracias a la última persona con la que quise intentarlo: la risa tiene que ser parte de mi lista.
La vida es suficientemente seria como para estar con alguien al que le cuesta bromear, que se toma todo muy en serio, alguien a quien le da vergüenza hacer el ridículo… No gracias, paso. Una relación para mí es algo serio, pero no tiene por qué ser seria la relación.
Y eso. Sigo en el camino del autodescubrimiento, incluyendo lo que quiero en mi futura pareja. Por ahora, seguiré aprovechando mi tiempo de soltera. Gracias a Dios el trabajo, para esta chica moderna, sigue siendo más importante que el amor romántico, ¡así que a seguir enfocando mis energías y tiempo a eso! Esperando low key que el 2023 sea el año…